miércoles, 24 de septiembre de 2008

OLIMPIADAS Y PASION


El mes pasado (agosto) vivimos un evento fuera de lo común, que nos hizo ver y sentir que lo que se desea se puede alcanzar A comienzos de agosto vivíamos el inicio de uno de los eventos deportivos y de entretenimiento más importantes: las Olimpiadas. Con un gran espectáculo tecnológico y lleno de drama, sorpresas y confirmaciones, vimos cómo con pasión se luchaba por conseguir el primer lugar, romper récords y pasar a la historia del deporte en diversas competencias.Vimos cómo cuando algo se hace con pasión en las Olimpiadas se obtienen grandes resultados. Lo mismo ocurre en los negocios: cuando algo se hace con pasión los clientes lo ven y lo sienten, y creen en la persona o producto. Cuando hay pasión por realizar algo se transmite a los empleados y compañeros y se convierte en una forma de hacer las cosas, de vivirlas día a día con acciones orientadas a resultados.
Durante las Olimpiadas vimos cómo nació una leyenda, y no sólo un ganador de medallas de oro de una Olimpiada. Lo realizado por Michael Phelps en la natación tiene una marcación clara de pasión por lo que hace. Y no sólo el hecho de tener las aptitudes o habilidades físicas para lograrlo, sino de hacer lo que le gusta, y esto no sólo se describe con sus resultados, sino con su forma de hablar, pues cada vez que daba entrevistas se le escuchaba hablar de algo que le gusta hacer.Desde el primer día que dio entrevistas recuerdo bien sus palabras: "Vengo a ganar ocho medallas de oro, a eso vengo". No pudo ser más claro el mensaje del objetivo a lograr, que era pasar a la historia como una leyenda: El hombre en ganar más medallas de oro en una sola Olimpiada.Conforme avanzaron las competencias se podía ver el dominio que ejercía en la mayoría, y también de la gran aportación que hizo para ganar en equipo.Al conseguir su séptima medalla después de la batalla individual más cerrada, se podía ver el logro de alcanzar una meta que lo hacía héroe, pero al lograr la octava medalla alcanzó la inmortalidad al convertirse en la máxima leyenda olímpica.De esta forma, el récord obtenido por Mark Sptiz en 1972 pasó a ser una referencia: las grandes metas sí se pueden alcanzar si se trabaja con pasión.Durante las entrevistas que le hicieron a Sptiz en estas últimas Olimpiadas, éste afirmaba que Phelps alcanzaría la gloria. El reportero de la cadena NBC le preguntó: ¿cómo los sabes? Sptiz dio una clara respuesta de lo que sucedería y el por qué. "Porque desde la pasada Olimpiada, en donde ganó seis medallas de oro de las ocho posibles, se ha estado preparando con mucho trabajo, y eso lo ha convertido en el líder del equipo americano. Ha descansado sólo 5 días en cuatro años para lograr esta meta, y todo lo hace porque es un apasionado de lo que hace. Ama la natación". De esta forma se dio entrada a lo que sería la historia de una leyenda.Así como Phelps en la natación, quien es un apasionado de lo que hace, las empresas deben buscar gente que se apasione con lo que hace, que transmita eso a sus clientes y compañeros, y eso se ve y escucha cuando se habla con alguien apasionado por una empresa o persona.Partiendo de esta base, de la pasión, las empresas que desean hacer publicidad deben buscar gente que transmita la pasión por lo que hace, ya que eso trae muchos dividendos comerciales. ¿Quién ganó más en publicidad: Nike y Adidas con los uniformes de los atletas y equipos más caros o la marca Puma con patrocinar sus tenis dorados del corredor jamaiquino Usain Bolt? Imposible olvidar las imágenes de este corredor rompiendo los récords de 100 y 200 metros en donde terminó festejando con sus tenis en mano y recorriendo el estadio Nido de Pájaro. Y ¿qué tal la pasión que transmitieron los taekwondoínes Guillermo Pérez y María Espinoza a todo México? Al conocer sus historias es increíble lo que la pasión por algo te puede llevar a hacer y lograr.Y qué mejor ejemplo de pasión por algo que el de la sudafricana Natalie Du Toit. Más de uno se preguntará: ¿y ésta quién es? Es la atleta que compitió en la carrera de 10 kilómetros de nado abierto, en donde quedó en décimo lugar entre más de 25 competidoras.¿Qué es lo revelante de esta atleta? No sería nada si no es porque tiene una pierna amputada debido a un accidente. Ella fue atropellada cuando regresaba de su práctica de natación. Lo interesante de la historia de Natalie Du Toit es lo que dijo en referencia a lo que pensó después de ser atropellada: "No supe qué sucedería en el futuro, pero tenía ganas de ser parte de los Juegos Olímpicos y de ver qué es lo que podría lograr. Nunca pensé en la posibilidad de no poder ir a las Olimpiadas". Jamás perdió el objetivo de lo que deseaba hacer, y siguió haciendo lo que le gusta hacer. Esto es ponerle pasión a lo que se hace.Los atletas, así como los empresarios y empleados tienen todos los días retos que deben ser afrontados con pasión. Y esto se transmite en las empresas, organizaciones e instituciones de cualquier índole. Cuando hay un objetivo claro y se hace con pasión es sólo cuestión de tiempo alcanzarlo. Y el hacer las cosas con pasión lleva a crear una forma de vida de ganar y tener éxito en todo lo que se busca. Tal como lo decía el famoso entrenador de futbol americano Vince Lombardi: "ganar se convierte en un hábito, pero también perder".Cuando se hace con pasión algo se transmite a los clientes. Pasión es una emoción o sentimiento muy intenso, es una afición o interés desmedido por algo, es un deseo intenso por lograr un resultado. Y todo lo que se hace con pasión crea un sentido de originalidad, que es lo que distingue a los exitosos del resto.
En su última entrevista, después de haber ganado las ocho medallas de oro, Michael Phelps dijo: "Nunca quise ser el segundo Mark Sptiz, siempre soñé con ser el primer Michael Phelps".

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