martes, 1 de septiembre de 2009

LAS ORUGAS















* La Fila de Orugas

Les voy a compartir la historia de Jean Henri Fabre, un entomólogo (especialista en insectos) francés que de manera autodidacta se concentró en estudiar la naturaleza, convirtiéndose en uno de los pioneros y una autoridad sobre el naturalismo; sus libros continúan siendo fundamentales en el estudio de la entomología.

Fabre es conocido por su énfasis en ignorar toda suposición y "pecar" de ignorante para asegurarse de tener todos los elementos antes de emitir un juicio. El 30 de enero de 1896, este científico, llevado por la curiosidad, realizó un sencillo e ilustrativo experimento: reunió un grupo de orugas de una especie que acostumbra avanzar en fila, uno detrás de otro, siguiendo a un líder a la cabeza.

Tomo una hilera de gusanos que avanzaban en orden, desde el que iba a la cabeza hasta el que iba al final de la fila; luego eliminó a los de los extremos (al primero y al último) y formó un círculo, colocando al que quedó al inicio detrás del que iba al final. Ahora no había líder a quién seguir, simplemente el grupo de orugas avanzaba en un círculo sin fin, sin rumbo. Imagínese un anillo de gusanos caminando al sentido de las manecillas del reloj.

Fabre fue un poco más allá, colocó a 30 centímetros del círculo de gusanos un puñado de alimento, ni uno de ellos se apartó de la fila y siguió avanzando sin llegar a ningún lado. El 5 de febrero, seis días después del inicio del experimento, las orugas continuaban con su monótona marcha.

Sólo después de que algunos gusanos empezaron a desfallecer, como resultado del cansancio y la privación de alimento, el círculo se rompió y esto permitió que algunas orugas se dispersaran y tomarán rumbos independientes en busca de comida. Fabre calculó que los animalitos dieron aproximadamente unas 500 vueltas completas en el tiempo que duró el experimento, lo que equivalió a unos 400 metros de distancia.

Algo interesante que hay que mencionar sobre Jean Henri Fabre es que no sólo fue un investigador del comportamiento de los insectos y botánico, también fue educador y un divulgador de la ciencia. Un científico autodidacta con un extraordinario talento para la observación y el planteamiento de experimentos. Además de ser una persona obsesionada en evitar los prejuicios.

Nuestros procesos de pensamiento operan como orugas, trabajan de forma encadenada, un pensamiento sigue a otro y así indefinidamente hasta que llegamos a dibujar una solución o conclusión que nos complace. Igual que los insectos del experimento, si perdemos la guía y seguimos un pensamiento "equivocado", puede que nos lleve a andar en círculos por un buen tiempo. ¿Cómo romper el ciclo?

Primero tenemos que reconocer que la raíz de nuestros pensamientos está en las ideas, si nos dejamos llevar por las mismas ideas de siempre, tendremos los mismos pensamientos y nos llevarán a las mismas conclusiones. Resultado final: el mismo que ya conocemos. ¿Frustrante verdad?

* ¡Búsquele en la calle!


En 1855, John Snow, el padre de la epidemiología moderna, investigaba en Inglaterra las causas de una serie de muertes provocadas por el cólera, hasta el momento se sabía que esta enfermedad se transmitía por contagio al respirar en un ambiente contaminado.

El doctor Snow entrevistó a los residentes de uno se los barrios más afectados y observó en un mapa de la ciudad que él mismo elaboró, que los hogares con más víctimas estaban distribuidos alrededor de un cruce de calles. Entre más cerca estaba la casa de este crucero más alto era el número de víctimas en el hogar.

El médico encontró que en este cruce de calles había un pozo de agua, de manera que infirió que éste era la fuente del problema, las personas se estaban contagiando por ingerir agua contaminada. Al clausurarse ésta, la incidencia de enfermos de cólera bajó hasta desaparecer.

No Busque Tener La Razón

El gran economista John Keynes decía:
"La verdadera dificultad en cualquier empresa no es el desarrollar nuevas ideas, sino escapar de las antiguas". La enorme presión psicológica por "tener la razón" nos hace ser muy cautos y precavidos para pensar de forma creativa, buscando soluciones realmente diferentes. Desde niños, en la escuela, nos premiaban por tener las respuestas correctas que nos hacían tener la razón, lo que ahora necesitamos es hacer las preguntas que nos hagan reflexionar.

Sálgase de su rutina de pensamiento
(deje de seguir a la oruga), no asuma nada, olvídese de su "valiosa experiencia", mejor salga a la calle, observe y haga preguntas cara-a-cara. Y hable en forma mesurada, dice un poeta que el hombre es libre de su silencio y esclavo de sus palabras. Libérese de sus prejuicios.

Reflexionar es la actividad más importante que tenemos que hacer en cualquier época del año. Reflexionar es ver hacia adentro de nosotros para comprender e interpretar lo que está sucediendo en nuestro entorno, y así llegar a nuevas y reveladoras (a veces dolorosas) conclusiones. Vale la pena.

"La tarea no es ver lo que nadie ha visto, sino pensar lo que nadie ha pensado sobre aquello que todos hemos visto".

Arthur Schopenhauer
Filósofo alemán 1788-1860


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