lunes, 1 de junio de 2009

'SERENDIPIDAD'


















Si han leído el libro "La Economía Long Tail: de los mercados de masas al triunfo de los minoritario", del autor Chris Anderson, ya conocen la historia que les voy a contar, a los que no lo hayan leído (se los recomiendo ampliamente) les presento un interesante relato sobre el rol de la serendipidad en el origen de una gran empresa.

En el año 1886, una joyería de Chicago envío de forma equivocada una caja de relojes a una tienda de North Redwood, Minnesota. El comerciante rechazó el paquete y estaba a punto de enviarla de regreso, pero un joven empleado de la estación ferroviaria llamado Richard Sears le pidió permiso para venderlos entre sus compañeros de trabajo, labor que le dejó una jugosa utilidad.

Motivado por la ganancia que le dejó esa operación, el joven continuó comprando relojes y estableció una pequeña red de distribución de venta por catálogo en poblaciones rurales de Minnesota. Al año siguiente mudó su empresa a la ciudad de Chicago. Ahí colocó un anuncio en el periódico para contratar a Alvah C. Roebuck, un reparador de relojes (para evitar desechar los que le devolvían) con quien seis años después se asociaría.

El modelo de negocio de Sears-Roebuck era sencillo, las tiendas rurales vendían a precios exorbitantes relojes a granjeros, ya que había un gran número de intermediarios entre los mayoristas y el último consumidor. Pero estos ingeniosos empresarios encontraron un eficiente canal de recolección y entrega de pedidos al público general, a través del servicio postal, y se beneficiaron del sistema ferroviario para mejorar la logística con sus proveedores, con quienes además lograron economías de escala muy atractivas que les permitía vender más barato que las tiendas rurales.

Vale la pena mencionar que en el año 1900, la población rural de Estados Unidos superaba a la población urbana, pero en sólo 20 años la proporción se invirtió y las grandes urbes empezaron un acelerado crecimiento debido, principalmente, a las ofertas de empleo en las fábricas localizadas en las grandes ciudades y a la posibilidad de una transportación personal masiva más económica.

Con el tiempo, Sears-Roebuck introdujo otros artículos que eran útiles para los hogares y las empresas rurales de principios del siglo XX en Estados Unidos, para dar a conocer estos productos imprimieron catálogos muy sencillos que enviaban por correo a miles de granjeros, principalmente en la zona del medio oeste ("midwest"). Las oficinas centrales trabajaban incansablemente desde Chicago, y para abastecer la demanda se construyó en 1906 un almacén con oficinas, todo ofrecía más de 300 mil metros cuadrados de espacio útil en un terreno de 16 hectáreas. Se considera que era el edificio comercial más grande que existía en el mundo.

Se comenta que Henry Ford visitó personalmente este almacén para conocer su sistema de bandas transportadoras y rampas que utilizaban para procesar ágilmente sus pedidos, de ahí tomó ideas para su sistema de ensamble en línea. Y curiosamente fue el automóvil el causante de que los agricultores pudieran desplazarse por los caminos y carreteras para ir directamente a las ciudades a comprar sus productos. Por esta razón, en 1925, Sears-Roebuck abrió su primera tienda (junto a su gran almacén), que fue un éxito inmediato.

Para 1927, Sears ya contaba con 27 tiendas, su enorme surtido de productos que ofrecía la eficiente administración de la cadena de suministro y la excelente promoción a través de sus catálogos, le permitieron convertirse en 41 años en el primer modelo exitoso de correo directo y negocio detallista en el mundo. Medio siglo después, Wal-Mart seguiría el modelo de menudeo instalando tiendas con una fórmula similar.

La palabra "serendipidad" no aparece en el diccionario de la Real Academia Española, me imagino porque es un anglicismo que todavía no ha sido incorporado formalmente a nuestro idioma, esta significa: hallazgo casual de algo importante o trascendental. Esta palabra fue utilizada por primera vez en occidente en 1754, por el escritor inglés Horace Walpole, cuando escuchó en uno de sus viajes sobre un cuento titulado: "Los tres príncipes de Serendip", y en una carta se le ocurrió utilizar la palabra "serendipity" para señalar grandes descubrimientos que se han producido al azar.

Serendipidad es lo que le sucedió a Arquímedes cuando al sumergirse en la tina de baño se le ocurrió una forma para medir la cantidad de oro en la corona del rey Hierón, es lo que le sucedió a Isaac Newton cuando cayó la manzana sobre su cabeza y es lo mismo que le pasó a Alfred Wegener cuando al observar un mapa del mundo se percató que las costas de África y Sudamérica se parecían y dedujo que ambos continentes habían estado juntos hace millones de años.

¿Usted ha sido favorecido por algún episodio de serendipidad? Claro que sí, todos hemos encontrado una mejor solución o alternativa cuando buscábamos otra cosa muy distinta, el asunto es cómo hacer para que la serendipidad se repita con más frecuencia. Bueno, la respuesta es simple, pero no sencilla: ser más abierto para aceptar de buena gana los "resultados no esperados" que encontremos y mayor tenacidad para convertirlos en verdaderos avances.

Si no se hubiera equivocado el fabricante de relojes en su envío a North Redwood, Minnesota, quizás nunca se hubiera fundado Sears.

Por favor seamos humildes, no todo lo que logramos se origina gracias a nuestra inteligencia, reconozcamos el papel de la serendipidad en nuestras vidas.

 
“Si no puedes cambiar la dirección del aire, cambia la dirección de las velas”

Napoleon

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