sábado, 31 de julio de 2010

LECCIONES DEL MUNDIAL




Soy uno más de lo que piensan que "El Deporte Es Escuela De Vida y Escuela de Gestión." Se me ocurre compartir con ustedes una serie de conclusiones cuando todavía disfrutamos del entusiasmo que nos ha provocado la victoria de La Selección de España en La Copa del Mundo de Fútbol Por Su Futbol Practico y Contundente, Siempre Defendiendo La Verdadera y Autentica Esencia Que Tienen Todos Los Grandes Equipos:


1) Copiar, Por Definición, Es Considerada Una Mala Práctica En El Mundo Empresarial. Significa que te conviertes en seguidor de Los Que Crean, Los Innovadores, que así generan un monopolio temporal que les ofrece Una Ventaja Competitiva. Sin embargo, la selección nos ha demostrado que saber copiar es sublime. En efecto, la Roja ha copiado el estilo marcado por Cruyff en los 90 y lo ha sabido llevar a su mejor expresión. Si copias es para ser mejor que tu adversario: más rápido, mejor, más barato, más orientado a las sensaciones. Justo lo que ha hecho la seleccion española.




2) En Consecuencia, Una De Las Mejores Decisiones Que Se Han Tomado En Los Ultimos Años Es La De Renunciar Al Modelo Tradicional, La Furia, Que Se Había Convertido En Un Obstáculo De Renovación. ¿Cuantas veces las organizaciones, sus profesionales, sus directivos se aferran a una forma de gestión cuyo único valor es la de haber sido exitoso en el pasado? Ser fiel a la tradición lleva en muchas ocasiones a ser infiel a la realidad.




3) Vicente del Bosque Tiene Aspecto De Tranquilo Maestro de Escuela, Pastor de Iglesia o de Funcionario del Ministerio de Hacienda, Pero Visualmente Se Aleja De La Idea de Líder Que Tenemos Preconcebida. Sin embargo, es el exponente del Liderazgo del sentido común. Saber mantener la calma y el equilibrio, elegir los mejores y darles el protagonismo, combinar los elementos de tal manera que cada unidad haga mejor al grupo y el grupo haga mejor a sus unidades. Pequeñas sabias decisiones siempre gobernadas por el sentido común, siempre alejadas del protagonismo de los líderes que consideramos arquetípicos.




4) Un Aspecto Más Delicado: Me Parece Notorio Que Algunos Integrantes De La Selección Hubiesen Preferido Representar a Otra. Sin embargo, ello no se ha notado en el terreno de juego, donde todos los jugadores han dado el máximo de sí mismos. Si lo llevamos al terreno de la empresa, encuentro situaciones parecidas donde el líder tiene que gestionar equipos que no se encuentran especialmente comprometidos con la idea que las empresas representan. Un buen líder llevara a su equipo hacia la misma conclusión: No hace falta estar comprometido con la idea, basta estarlo con el grupo.




5) ¿Está Usted Convencido De Su Modelo? ¿De La Calidad De Su Equipo? No los cambie solo porque hayan venido complicaciones inesperadas. España no traicionó su modelo cuando perdió con Suiza en el primer partido. El líder aguantó la presión de quienes querían cambiarlo y sus propias dudas. El resultado final confirmó su determinación y su coherencia.




6) Una De Las Mejores Conclusiones De Este Mundial: Se Puede Ganar Sin Tener Figuras. La Copa del Mundo ha ido a quién ha confiado en una idea de talento colectiva. Las grandes figuras, las que se suponen que resuelven partidos por si mismas, se fueron a casa antes de tiempo. ¿Prefiere tener a Messi o CR9 en su selección o a los 23 que han hecho campeones por primera vez a España? ¿Prefiere tener en su empresa a un super-figura o a un equipo de gente sólida y comprometida? Actúe en consecuencia.






"Sabemos Lo Que Somos, Pero No Lo Que Podemos LLegar a Ser."


Shakespeare

viernes, 30 de julio de 2010

CUENTO ZEN Y LO QUE SOMOS


Durante una batalla, un general japonés decidió atacar aún cuando su ejército era muy inferior en número. Estaba confiado que ganaría, pero sus hombres estaban llenos de duda. Camino a la batalla, se detuvieron en una capilla. 


Después de rezar con sus hombres, el general sacó una moneda y dijo:


-”Ahora tiraré esta moneda. Si es cara, ganaremos. Si es cruz, perderemos. El destino se revelará“.


Tiró la moneda en el aire y todos miraron atentos como aterrizaba. Era cara. Los soldados estaban tan contentos y confiados que atacaron vigorosamente al enemigo y consiguieron la victoria.


Después de la batalla, un teniente le dijo el general:


-”Nadie puede cambiar el destino“.
-”Es verdad contestó el general mientras mostraba la moneda al teniente. Tenía cara en ambos lados.

De alguna manera recoge la idea de Sun Tzu, el autor del Arte de la Guerra: “El Vencedor Antes de La Batalla ha Ganado”. La predisposición con la que vamos determina en parte el resultado final. Lo que también me resulta interesante es que a veces necesitemos ayuda divina, destino u opiniones de otros para sentirnos más seguros. Creo que el mundo de las religiones o el estorismo dan ese soporte, al igual que todos aquellos a quienes les concedemos autoridad. Lástima que dicho soporte no esté en uno mismo y tengamos que buscar en otros las expectativas de nuestro desempeño para creérnoslo.

En el fondo, si reflexionamos sobre lo que creemos que somos está muy relacionado con lo que nos fueron contando desde pequeños, que interpretamos e interiorizamos y con lo que nosotros nos fuimos también diciendo. Nuestro yo está formado por conjunto de frases, acontecimientos, interpretaciones, juicios de nosotros mismos… que cuando se abordan, tienen la gran ventaja de que pueden modificarse. Y todos cambiamos, hasta nuestras inseguridades.



“La Vejez Es La Perdida de La Curiosidad.”

Jose Martinez Ruiz Azorin

martes, 27 de julio de 2010

EL LUCHADOR


Cualquier cambio requiere el apoyo de nuestro entorno para que se lleve a cabo… aunque sea sólo un amigo. Y si esto no ocurre, resulta fácil regresar al punto de partida. 


Así podemos verlo en nuestro trabajo y en nuestra vida privada cuando intentamos cambiar algo, y así queda recogido en una película magnífica que  he visto en DVD: El Luchador, protagonizada por el resucitado Mickey Rourke, nominado para un Oscar por su interpretación. (la cual finalmente no gano)


El argumento de la película trata de un luchador de Pressing Catch que fue un vieja gloria en los 80 y que sigue activo, a pesar de que el cuerpo no le acompaña. En un combate sufre un ataque al corazón que le obliga a retirarse y a enfrentarse a lo más odiado del ser humano: La Soledad. 


Me ha gustado porque pone de manifiesto la diferencia entre los “conocidos” y los amigos; la diferencia entre ser simplemente una persona agradable y apreciada ante la capacidad de mantener relaciones más profundas…. No deseo contar el final, pero es una obra que aborda magnificamente el precio que somos capaces de asumir por evitar la soledad y cómo cualquier cambio de nuestros hábitos requiere un apoyo importante que no siempre tenemos en cuenta. Si quieres transformar algo en ti (un cambio de trabajo, tu forma de ser o de vivir…), ¿cuentas con el apoyo de alguien querido? Si no es así, ten presente que la travesía va a ser más dolorosa.


Por último, me ha gustado una escena que recoge el apego a la fama y la necesidad de ser vistos o de sentirnos importantes, aunque para ello podamos caer en la decadencia. Lo he comprobado en personas que algún día tuvieron su momento de gloria y no paran de recordarlo a todo el mundo. 


Dijo Kiplin,


“Si Tropiezas El Triunfo, Si Llega Tu Derrota
y A Los Dos Impostores Les Tratas de Igual Forma”


El éxito es un impostor o un mero accidente. Quien lo confunde con su ser está perdido porque tarde o temprano le llegará la factura. Por ello, el fracaso muchas veces puede ser un favor y son los amigos y los apoyos,  fundamentales para recordarte quien eres de verdad.



A Continuacion El Trailer de La Pelicula "The Wrestler" 











"Todos Los Hombres Se Parecen Por Sus Palabras; Solo Las Obras Evidencian Que No Son Iguales."


Moliere

ES LO QUE DESEAMOS?



El ejecutivo de hoy en dia duerme de tres a cuatro horas, come (en infinidad de ocasiones) en el automóvil durante los recesos de los señalamientos de transito (semáforos) en camino hacia una próxima reunión, esta en la reunión escuchando atentamente asi como respondiendo mensajes en su Smartphone, sin mencionar que interactua de manera simultanea con su laptop respondiendo correos, coordinado reuniones y resolviendo asuntos que requieren la participación o ejecución de una tarea, esto sin mencionar las reuniones mensuales, trimestrales, anuales y de consejo …………………...Esto lo menciono porque el ejecutivo de hoy en dia “vive en una realidad” que “desea dejar de lado” la parte espiritual lo que realmente nos hace sentir plenos, esa parte queda de lado, no se satisface……….porque? porque no hay tiempo…………..o mas bien “No Tenemos El Tiempo para Cumplir con La Persona Mas Importante………Nosotros Mismos” Esto nos lleva a una reflexión en la cual todos los que hemos “vivido” la realidad antes mencionada nos hemos preguntado si realmente eso es lo que queremos y deseamos en la vida ………..Que? Vivir a Medias?………………..

Fue publicado en Febrero del 2006 (Aunque debo de confesar que lo lei hasta el 2008) Un libro que trata sobre lo que ocurre cuando decidimos ser artífices de nuestra propia felicidad, de palabras de la autora Elizabeth Gilbert menciona lo siguiente: “A Mi No Me Salvo Ningun Principe; De Mi Rescate Me Ocupe Yo Sola.”

Al dia de hoy ha sido Traducido a 20 idiomas, su tiulo: Comer,Rezar,Amar el cual permanece en las listas de más vendidos desde su publicación, en Febrero de 2006. Ha sido elegido uno de los “100 mejores libros de 2006” por el New York Times y uno de los 10 mejores libros de no ficción también de 2006 por el Entertainment Weekly.

Paramount Pictures adquirió los derechos para la película, que estará protagonizada por Julia Roberts y producida por Brad Pitt, la cual será estrenada el próximo mes de Septiembre (2010) (Aunque les recomiendo que primero leen el libro, ustedes saben como se las gastan las proyecciones de Hollywood donde se pierde la escencia de la historia, por lo tanto no hay nada como el libro.)

Comer, Rezar, Amar es el relato autobiográfico en clave narrativa de su viaje a Italia,India y Bali.

A los treinta y un años y con una vida aparentemente perfecta, Elizabeth Gilbert se traslada con su marido a las afueras de Nueva York y decide intentar tener un hijo, sólo para darse cuenta de que no quería ni un hijo ni un marido Ya no quiero estar casada. No quiero vivir en esta casa tan grande. No quiero tener un hijo.

Pero lo normal era querer tener un hijo. Tenía treinta y un años. Mi marido y yo —que llevábamos ocho años juntos, seis casados—, habíamos basado nuestra vida en la idea compartida de que a los treinta seríamos los dos unos vejestorios y yo querría sentar la cabeza y tener hijos. Para entonces, pensábamos, me habría hartado de viajar y estaría encantada de vivir en una casa enorme con mucho ajetreo, niños, colchas hechas a mano, un jardín en la parte de atrás y un buen guiso borboteando en la cocina. (…) Pero descubrí —y me quedé atónita— que yo no quería lo mismo que el.

En mi caso, al rebasar la veintena y ver que los TREINTA se acercaban como una pena de muerte, me di cuenta de que no quería quedarme embarazada. Estaba convencida de que me iban a entrar ganas de tener un hijo, pero nada. Y sé lo que es empeñarse en algo, creeme. Sé bien lo que es tener una necesidad de hacer una cosa. Pero yo no la tenía. Es más, no hacía más que pensar en lo que me había dicho mi hermana un buen día, mientras daba el pecho a su primer retoño: “Tener un hijo es como hacerse un tatuaje en la cara. Antes de hacerlo, tienes que tenerlo muy claro”.

Así pues llega el divorcio y con él una grave crisis emocional y espiritual agravada por una relación amorosa para la que no está preparada y que es fuente de más sufrimiento.

En lugar de rendirse, Elizabeth Gilbert decide empezar de nuevo y emprende un largo viaje que la llevará sucesivamente a Italia, la India e Indonesia, tres escalas geográficas que se corresponden con otras tantas etapas de búsqueda interior. “"Quería explorar tres cosas sobre mí en países tradicionalmente expertos en cada una de ellas, explica la autora, "el arte del placer en Italia, el arte de la devoción de la India y, en Indonesia, el arte de combinar los dos. Así que abandoné la idea de elegir un país ¿Italia? ¿India?¿O Indonesia? y acabé aceptando que quería ir a los tres. Cuatro meses en cada uno.

Un año en total. Por supuesto, se trataba de un deseo ligeramente más ambicioso que el de “Quiero comprarme una caja de lápices”. Pero era lo que yo quería. Y sabía que quería escribir sobre ello.

No era tanto querer explorar detenidamente esos países,
porque eso ya se ha hecho. Era más bien querer explorar detenidamente un aspecto de mí misma con el telón de fondo de cada país en cuestión, donde esa tradición concreta sea algo bien arraigado. Quería explorar el arte del placer en Italia, el arte de la devoción en India y, en Indonesia, el arte de equilibrar ambas. Fue después, tras admitir que tenía ese deseo, cuando descubrí la feliz casualidad de que todos estos países empiezan por la letra I. Un indicio bastante halagüeño, me parecía a mí, para un viaje interior.

Este libro es la bitácora de esa doble travesía, en la que la autora descubrirá el placer sensual de la buena mesa y la buena conversación (la dolce vita romana),

Día tras día, voy engordando, por supuesto. Aquí en Italia le estoy haciendo cosas tremendas a mi cuerpo, como tomar cantidades monumentales de queso y pasta y pan y vino y chocolate y masa de pizza. […] No estoy haciendo nada de ejercicio, no estoy tomando suficiente fibra, ni vitaminas de ningún tipo. En mi vida real, era de las que desayunaba yogur orgánico de leche de cabra espolvoreado con germen de trigo. Ya no queda nada de aquellos viejos tiempos. Sé que, allá en Estados Unidos, mi amiga Susan va diciendo a la gente que estoy haciendo el típico viaje de una “mujer light reciclada”. Pero la verdad es que mi cuerpo se está tomando muy bien todo el asunto. Haciendo caso omiso de mis deslices y vilezas, parece decirme: “Vale, tía,a vivir, que son dos días. Ya sé que esto es transitorio. Tú avísame cuando acabes de hacer experimentos con el placer y ya veré cómo arreglo los desperfectos”.

El caso es que al mirarme en el espejo de la mejor pizzería de Nápoles, veo una cara alegre y sana, de piel tersa y ojos relucientes. Hacía mucho tiempo que no me veía esa cara.

Gracias susurro.

Llegué a Italia consumida y enclenque. Entonces no sabía lo que me merecía. Puede que aún no sepa bien lo que me merezco. Pero sí sé que en los últimos tiempos me he reconstruido a mí misma disfrutando de placeres inofensivos y que hoy soy una persona mucho más pura. Para explicarlo, lo más sencillo y entendible es decir: He engordado. Ahora existo más que hace cuatro meses. Me voy de Italia abultando mucho más que cuando vine. Y me voy con la esperanza de que esa expansión de una persona esa magnificación de una vida sea un acto meritorio en este mundo. Pese a que esa vida, por primera vez y sin que sirva de precedente, no le pertenece a nadie más que a mí.

… la paz interior alcanzada mediante la meditación en Bombay

Me quedé ahí tumbada, en lo alto del mundo, totalmente sola. Empecé a meditar y esperé a recibir instrucciones sobre lo que tenía que hacer.]…] ¿Qué quería que me perdonaran? Pues podía empezar perdonando yo. En ese mismo momento. Pensé en la cantidad de personas que se mueren sin haber recibido perdón ni haber perdonado. Pensé en la cantidad de personas que han perdido hermanos, amigos, hijos o amantes de haber podido decir o escuchar esas preciosas palabras de clemencia o absolución. ¿Cómo consiguen los supervivientes de una relación soportar el sufrimiento de un asunto inacabado? Desde aquel lugar dedicado a la meditación, hallé la respuesta. Puedes acabar el asunto tú mismo, desde dentro de ti. No sólo es posible, sino que es esencial.

Y, por fin, el deseado equilibrio entre cuerpo y espíritu en Bali:

Y ahora vuelvo a la isla de Gili Meno, en unas circunstancias totalmente distintas.

Desde la última vez que estuve aquí he dado la vuelta al mundo, solucionado el asunto de mi divorcio, superado la separación de David, eliminado de mi organismo los fármacos neurológicos, aprendido un idioma, vivido en India la experiencia inolvidable de sentarme en la mano de Dios, estudiado las enseñanzas de un curandero indonesio y comprado una casa a una familia que necesitaba desesperadamente un lugar donde vivir. Soy feliz, tengo salud y he hallado el equilibrio. Y, por si fuera poco, voy en barco con mi amante brasileño a una hermosa isla tropical perdida en los mares. ¡Un final tengo que admitirlo tan de cuento de hadas que es casi ridículo, como el sueño de toda ama de casa, o algo así. (Puede que hasta sea una página de uno de mis sueños de hace años.)

Pero si no me pierdo totalmente en el relumbrón de un cuento de hadas es gracias a esta sólida verdad, una verdad que me ha dosificado los huesos durante los últimos años: a mí no me ha salvado ningún príncipe; de mi rescate me he encargado yo sola.


A Continuacion una conferencia ofrecida por la autora del "best seller" Comer, Rezar, Amar  Elizabeth Gilbert  donde reflexiona sobre las cosas imposibles que esperamos de artistas y genios -- y comparte la radical idea de que, en vez de que una persona "sea" un genio, todos "tenemos" un genio. Una charla divertida, personal y sorprendentemente conmovedora.






  
“El Mundo Te Exige Resultados. No Le Cuentes a Otros Tus Dolores de Parto…..Muestrales al Niño.”

Indira Gandhi

EL CISNE NEGRO


Dijo el poeta griego Eurípides de Salamina hace veinticinco siglos, Lo Esperado No Sucede, Es Lo Inesperado Lo Que Acontece”. Y así ocurre muchas veces en la economía y la sociedad. De repente, aparecen hechos inesperados que cambian de manera radical nuestro modo de entender la vida y que tienen consecuencias muy importantes. A este tipo de hechos el financiero estadounidense Nassim Nicholas Taleb los denomina Cisnes Negros. 


Taleb utiliza este término como metáfora basándose en lo que sucedió en Europa en 1697. Hasta aquel momento se pensaba que todos los cisnes eran de color blanco, pero los primeros exploradores provenientes de Tasmania llegaron con partidas de cisnes negros desmontando dicho paradigma. Hasta entonces, lógicamente, nadie era capaz de preverlo. 


Algo parecido les ocurre a los economistas, empresarios, gobernantes o directivos cuando llega una crisis o aparece el riesgo de una pandemia (o Google, o Internet o tantos otros cisnes negros) Como dice Taleb, los economistas son extraordinarios explicando lo que ya ha ocurrido y pésimos previendo situaciones futuras. Por cierto, cuando Taleb expuso su teoría, al Banco Mundial no le hizo demasiada gracia.


¿Por qué somos tan malos previendo el futuro? Por muchos motivos. El primero es puramente biológico. Nuestro cerebro está preparado para la supervivencia pero no para tomar decisiones complejas y probabilísticas. En el pasado era más fácil salir con vida si al ver un león salíamos corriendo, que si evaluábamos otro tipo de probabilidades (básicamente porque el león no esperaba). Segundo, nuestra educación, que se basa más en memorizar hechos, que no en identificar patrones. Y tercero porque la complejidad del mundo en que vivimos es cada vez mayor y hace que resulte más difícil que nunca prever qué va a ocurrir a corto plazo.

Así pues, si un Cisne Negro es capaz de romper las estrategias que hemos elaborado durante meses (como ocurrió con el 11-S)  lo más recomendable es reenfocar la toma de decisiones desde otro ángulo. El primer reto es aprender a aprender, es decir, los directivos han de focalizarse no tanto en lo que saben sino en aquello que desconocen. Se deberían definir escenarios de hechos que pueden sacarnos de nuestra zona de confort de manera radical e incorporarlos en las posibles estrategias.

El segundo reto es fomentar los cisnes negros positivos dentro de las propias organizaciones, es decir, fomentar innovaciones radicales que cambian los mercados. La Ley de Arquímedes, el descubrimiento de la Penicilina de Fleming, el Post-it de 3M o la Viagra de Pfizer nacieron “por casualidad”. Pero para ello, hay que crear contextos para que suceda, como hace Google con la regla 70/20/10 que aplica a todos sus profesionales, 70% del tiempo a las actividades principales del negocio, el 20% a proyectos relacionados con el negocio, y el 10% a nuevas ideas o proyectos donde “todo vale”. Y por último, gestionar el miedo a fracasar. 

Está claro que en un mundo tan complejo nadie puede garantizar el éxito al primer intento. Lo Importante es Jugar con La Realidad: Atreverse, Equivocarse y Volver a Aprender. El Mundo del Los Cisnes Negros No Espera. O Actuamos, o Desaparecemos.



“Es Un Verdadero Privilegio Haber Sobrellevado Una Vida Dificil.”

Indira Gandhi