Versatilidad, disciplina y constancia son algunas de las características que marcan el estilo femenino empresarial.
El liderazgo femenino está cada vez más presente en las empresas. ¿Pero qué diferencias conlleva el liderazgo frente al tradicional masculino? Al margen de los estereotipos, lo cierto es que las carreras gerenciales de hombres y mujeres suelen ser distintas.
Por ello, las mujeres y los hombres con frecuencia utilizan diferentes recursos, que marcan sus estilos de comunicación, sus estrategias de carrera y también sus mecanismos de poder.
Por ejemplo, las mujeres directivas tienden a alentar la participación y dan mucho valor a la comunicación interpersonal. También, suelen confiar más en la cooperación que en la competencia, por lo que gusta de fomentar el trabajo en equipo entre sus compañeros y compañeras de trabajo.
De hecho, los estudios revelan que los negocios a cargo de mujeres son más propensos a ofrecer beneficios marginales, tales como tiempo u horario flexible, reembolso de costos de matrícula o puestos compartidos.
Un informe elaborado por el Fondo Nacional de Apoyos para Empresas en Solidaridad (Fonaes) identifica las 10 principales fortalezas laborales de las mujeres:
1. Oportunas: muchas empresarias empiezan por encontrar una necesidad y encuentran rápidamente la forma de satisfacerla.
2. Independientes: las empresarias saben como obtener ganancias y disfrutan siendo sus propias jefas.
3. Trabajadoras: la mayoría de las empresarias comienzan trabajando duro, muchashoras por muy poco dinero.
4. Seguras de sí mismas: las empresarias deben demostrar seguridad en sí mismas para poder hacer frente a todos los riesgos que implica manejar un negocio propio.
5. Disciplinadas: las empresarias exitosas resisten la tentación de hacer lo que no es importante o lo más fácil, porque tienen la habilidad de pensar en lo esencial.
6. Juiciosas: las empresarias exitosas tienen la habilidad de pensar rápido y tomar decisiones inteligentes.
7. Adaptables: el cambio ocurre frecuentemente cuando se es dueña de su propio negocio, la empresaria prospera con el cambio y el negocio crece.
8. Equilibradas: en la montaña rusa hacia el éxito del negocio, la empresaria con frecuencia mantienen el equilibrio enfocándose en los resultados finales, no en el proceso de llegar a ellos.
9. Constantes: a pesar de que las empresarias mantienen un "ojo" en las ganancias, éstas con frecuencia son secundarias en su camino al éxito personal.
10. Enfocadas: las empresarias exitosas siempre tienen las ganancias como objetivo y saben que el éxito de su negocio es medido por las ganancias.
Oscar Wilde
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