viernes, 14 de mayo de 2010

INTUICION



En 1993, Robert Eaton, un hombre intuitivo, sustituyó al legendario Lee Iacocca al frente de la estadounidense Chrysler, cultivando una cultura que incentivaba la charla informal con altos mandos y trabajadores.

Con ello, quiso que sus directivos fuesen más accesibles y receptivos, al mismo tiempo que estimularan la expresión libre de sus subordinados: sabía que los empleados tenían mucho que decir y que había que animarles a que lo hicieran.

Fruto de esa nueva "cultura relacional", las sugerencias e iniciativas de mejora se multiplicaron y Chrysler vio crecer su prestigio hasta ser nombrada "Compañía del Año" en 1997, por la revista Forbes. La portada decía: "Chrysler: Smart, Disciplined, Intuitive" (Chrysler, inteligente, disciplinada e intuitiva).

Los expertos e incluso el mismo Eaton atribuyeron este éxito a un factor muy importante: la intuición en el manejo empresarial.

Es que en las empresas siempre se ha apostado por lo racional, metódico y predecible, pero el empresario -en el caso de Chrysler- parecía estar dispuesto a aprovechar todo el capital humano de las personas. Según él mismo, "hubo mucho de intuición en aquel cambio".

"Hemos depositado tanta confianza en el análisis, la cuantificación y otras áreas del hemisferio izquierdo del cerebro, que los árboles nos han impedido ver el bosque. A lo largo de los últimos años he desplegado en Chrysler una cruzada, para legitimar lo que, a falta de otra etiqueta, llamo pensamiento del hemisferio derecho", decía al respecto el empresario.

Y no es de extrañar, si legendarios como Masaru Ibuka de Sony, Ray Kroc de McDonald's y hasta el mismísimo Bill Gates confían en el denominado "sexto sentido" para tomar decisiones importantes.

Rosalía Mera, co-fundadora de Zara, también atribuyen gran importancia a este factor a la hora de invertir: "la intuición tiene más valor que los datos que nos dan los analistas, constituye un valioso recurso a cultivar y estimular, no sólo para los empresarios ni sólo para la toma de grandes decisiones", asegura.

En caso contrario, algunos empresarios dicen que el exceso de datos podría resultar tan negativo como el defecto, porque además nadie es capaz de dominar todas las variables y la economía los sorprende a menudo con situaciones imprevistas, las que sólo podrían ser saltadas, sin problemas, a través de la intuición.

"La intuición constituye, si la cultivamos debidamente, una especie de guía interior, un recurso al que acudir", como sostiene Bill Gates. "La relacionamos con el inconciente, pero no todo lo que llega de él es intuición: diríamos que no es intuición todo lo que reluce", estima uno de los empresarios más exitosos de la historia.

Al final pareciera ser que todos los empresarios acuden, sí o sí, a voces interiores que puedan llegar del inconciente para decirles cuál es el camino correcto en una inversión.
Si la escuchas, no dudes en atenderla.


"A la gente le le pido poco, intento dar mucho, no espero nada a cambio y termino haciendo un buen negocio."


Francois Fenelon

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