Silvio Rodríguez, uno de los máximos exponentes de lo que se denomina "La Nueva Trova Cubana", escribió y compuso una espléndida melodía titulada precisamente: "Unicornio". Esta canción es bien conocida, particularmente en los países de habla hispana por los jóvenes desde finales de la década de los setenta, y ha sido ha sido tema de discusión por el significado que guarda en su letra.
Silvio describe en esta canción una serie de ideas que pueden tener varias interpretaciones:
"Mi unicornio azul/ ayer se me perdió,
pastando lo deje/ y desapareció...
Con su cuerno de añil/ pescaba una
canción, saberla compartir/ era su vocación."
Algunas personas han expresado que el unicornio, como una figura de alto contenido simbólico representa el idealismo del compositor. Otras personas aseguran que esta canción fue dedicada a un hombre que perdió a su hijo en el fallido intento de invasión por parte de los estadounidenses. Otras versiones explican que el significado de esta peculiar melodía tiene que ver con la musa o inspiración del cantautor, y como un día no encontraba dar origen a nuevas canciones, decidió componer Unicornio.
Pero la historia más interesante que conozco, y esta parece ser que es la correcta, es que el mismo Silvio Rodríguez en una entrevista explicó que esta canción la escribió un día que extravió el tapón o capuchón de una pluma marca Bic color azul. ¡De manera que todo el símbolo del unicornio tiene que ver con la forma que tienen los tapones de este tipo de bolígrafo! Esto me demuestra que los seres humanos tenemos una fantástica capacidad para atribuir múltiples significados a un mismo evento.
Esto es lo mismo que sucede si le preguntamos a cinco personas diferentes que vieron la película "El Curioso Caso de Benjamin Button" ¿qué mensaje les transmitió la cinta? Lo que obtendremos son cinco interpretaciones, que pueden variar o ser semejantes en cierto grado, pero que invariablemente tienen un toque individual. ¿Por qué sucede esto? Porque cada persona realiza "su propia lectura" de los estímulos que le transmitió la experiencia cinematográfica, cada quien realizó su propia interpretación.
¿Qué es interpretar? Es atribuir significados personales a datos contenidos en información que se recibe. Interpretar también es explicar y darle sentido a algo, es explicar acciones, dichos y sucesos que han acontecido y que pueden ser entendidos de diferentes modos. Todo aquello que puede contener varios significados, es decir, que puede significar varias cosas (inclusive opuestas) merece ser interpretado. Y esto no es un tema menor, las diversas interpretaciones que se derivan de las Sagradas Escrituras han causado millones de muertes a lo largo de la historia de la humanidad y dividido el mundo en religiones.
Pero no sólo la Biblia merece ser interpretada. En las empresas se interpretan textos no menos "sagrados" (comercialmente hablando) como lo son el estado de resultados, el balance general, la rotación del inventario, el estado de la cartera de clientes, etcétera. Estos documentos pueden ser entendidos de diferentes maneras, de acuerdo a las agendas personales e intereses individuales de los sujetos, pero como "deberían" ser interpretados es: a través de la óptica y la visión de cada persona, pero de acuerdo a la estrategia y la misión de la corporación.
Ahora bien, si no se tiene clara la estrategia y la misión de la empresa, una de las cosas que estoy seguro que va a suceder es que cada Director de Area, cada Departamento, e inclusive cada Empleado puede llegar a interpretar de forma completamente distinta las órdenes, guías y hasta los planes de acción de la organización. Cada quien le va a dar "lectura" diferente a los hechos, a los resultados y a los hallazgos que encuentre la organización. Sería como si no hubiera Director o Conductor en un Orquesta, y cada músico interpretará lo que entiende de su partitura.
Para orquestar esfuerzos no basta con dar una pauta a cada uno, hay que ser guía, conducir y dirigir los esfuerzos a través de una estrategia clara y una misión bien definida. El Director de una Sinfónica sabe que no basta con todas las horas de ensayo de una melodía, a pesar de que ha aclarado a cada uno de los músicos la manera en que va a realizarse la conducción, no los deja solos el día de la ejecución. El día de la presentación, el Director está ahí para asegurarse, con los movimientos de su batuta, que todos hagan lo que anteriormente acordaron. De igual manera que no se puede conducir un equipo de trabajo a larga distancia o través de juntas quincenales. Hace falta que diariamente, en el momento de la ejecución el responsable de implementar la estrategia esté presente, para asegurarse que se haga lo acordado.
Retomando la idea de Silvio Rodríguez, en todas las organizaciones traemos algo perdido, en algunas andamos buscando el producto ideal, en otras se pretende ubicar el nicho adecuado, a veces lo que se busca son los clientes ideales que requieran nuestras soluciones: todos traemos perdido un Unicornio Azul. El problema es que no siempre nos dicen cuál es el unicornio que todos deberíamos de estar buscando, de acuerdo a la estrategia y misión organizacional. Y entonces... cada quien hace su propia interpretación, con los riesgos que esto conlleva.
Cuando un ser humano descubrió que alternando una serie de sonidos en el tiempo con más o menos intensidad, nació la música. De ahí al arte un suspiro... ¡Para acabar en un negocio!
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